Gremio asegura que denominación de origen de la esmeralda no afectará a los mineros tradicionales
Aprecol, Fedesmeraldas y Acodes explican en qué consiste el proyecto para la protección de la producción de las piedras preciosas en Colombia. Aseguran que quienes no tengan el sello podrán seguir comercializando las gemas.
Un proyecto para conseguir el otorgamiento de protección de la denominación de origen de la esmeralda colombiana, viene impulsando desde hace varios años el gremio de los productores de piedras preciosas del país.
La Asociación de Productores de Esmeraldas Colombianas (Aprecol), en conjunto con Fedesmeraldas y la Asociación de Exportadores de Esmeraldas (Acodes), ha manifestado su interés por proteger la reputación de la esmeralda nacional, que viene siendo atacada por productores como Brasil, Zambia y Etiopía.
Según estas agremiaciones, Brasil, Zambia y Etiopía aducen que sus esmeraldas tienen características similares a las colombianas, en un ejercicio claro de competencia
desleal.
Aprecol, Fedesmeraldas y Acodes señalan que con el sello de denominación de origen podrán promocionar las calidades excepcionales y únicas de la piedra colombiana, permitiendo recuperar el espacio que se ha perdido en el mercado internacional.

Los productores aducen que, históricamente en los años 90 la esmeralda colombiana tuvo una racha de producción en promedio de 6 millones de quilates, manteniéndose hasta llegar en 1998 a producir 9,8 millones de quilates.
Para la entrada del nuevo milenio tuvo su pico máximo y en el 2004 alcanzó casi los 10 millones de quilates. Sin embargo, hoy en día la producción de este mineral en el país es
aproximadamente de 700.000 quilates, lo que ha generado desafíos para la industria, por los niveles bajos de recaudo por ventas registrados que, afectan directamente a los municipios productores, ya que no obtienen los respectivos ingresos por regalías.
“Esta situación se ha generado debido a la baja producción de esmeraldas, ya que existen barreras que se tienen a nivel municipal dificultando la entrada de empresas para la comercialización de estas; adicionalmente, solo el 6% de las áreas de explotación de esmeralda cuentan con la autorización por parte de los esquemas de ordenamiento territorial para permitir el uso del suelo a la actividad minera. Sumado a lo anterior, en el 2008 Colombia dominaba el mercado con una producción cercana a los 4 millones de quilates, sin embargo, para el 2009, Zambia, país africano, llegó a producir 34 millones de quilates, es decir once veces más que Colombia, tendencia que se ha mantenido a lo largo de los años”, aseguraron los productores.
Agregaron que, frente a la pérdida de competitividad en la producción, la pérdida de participación en el mercado internacional y la aparición de una férrea competencia
desleal por parte de otros países, surge la denominación de origen como una herramienta de protección y promoción muy útil para las exportaciones de la preciada esmeralda colombiana.

Fuente: Boyacá 7 Días